El butano es una alternativa energética muy popular en España, especialmente en aquellas zonas o viviendas que no disponen de una conexión a la red de gas natural. Es común encontrar bombonas de butano en segundas residencias, pequeñas empresas y hogares que buscan una opción eficiente para calentar el agua o alimentar cocinas y estufas. El éxito de su uso se debe, en parte, a su elevado poder calorífico y rendimiento energético, lo que permite calentar espacios de manera eficiente y a un coste controlado.
No obstante, aunque el butano es una opción muy eficiente en términos de energía, presenta limitaciones en climas fríos, ya que a temperaturas cercanas a los 0ºC el gas puede congelarse, lo que afecta su uso en exteriores o en regiones donde el invierno es especialmente riguroso. En estos casos, muchas personas optan por soluciones como el gas propano, que soporta mejor las bajas temperaturas.
Alternativas para consumos mayores de butano
Cuando el consumo de gas en una vivienda es elevado, ya sea por el tamaño del hogar o por la necesidad de alimentar varias estufas y calderas, puede ser más conveniente optar por bombonas de mayor capacidad o incluso plantearse alternativas como el gas natural o el propano. Esto no solo optimiza el uso de energía, sino que también puede representar un ahorro a largo plazo, dependiendo de las necesidades específicas del usuario.
Evolución del precio de la bombona de butano
El precio de la bombona de butano ha sido bastante volátil en los últimos años, influenciado por varios factores económicos y políticos. Desde la crisis energética derivada de la guerra en Ucrania hasta la fluctuación en los mercados internacionales del gas, el coste de las bombonas ha experimentado tanto subidas como descensos, lo que genera incertidumbre en los consumidores.
La última revisión, realizada en julio, situó el precio de la bombona estándar de 12,5 kilos en 15,34 euros, lo que fue recibido con alivio por muchos hogares. Sin embargo, pese a esta ligera bajada, el precio actual es aún un 1,1% más alto que el registrado en el mismo periodo del año pasado.
Próxima revisión: ¿Qué esperar?
El próximo ajuste del precio de la bombona de butano está previsto para el 17 de septiembre. Se estima que el nuevo precio oscilará entre los 14,57 y los 16,10 euros, aunque estos valores aún deben ser confirmados oficialmente por el Boletín Oficial del Estado (BOE). Estas revisiones se realizan cada dos meses, y la variación no puede superar el 5%, un límite impuesto por el Gobierno para evitar fluctuaciones extremas derivadas de la inestabilidad económica y política.
La volatilidad del mercado del gas hace que sea difícil predecir con exactitud cómo evolucionará el precio en el corto plazo. Según la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), aunque es posible que haya una bajada en septiembre, no se pueden hacer afirmaciones seguras debido a la situación actual del mercado internacional. Además, factores como el tipo de cambio euro-dólar y el coste de los fletes también juegan un papel importante en la determinación del precio final.
Factores que influyen en el precio de la bombona de butano
El precio del butano no solo depende de la cotización internacional del gas, sino también de otros elementos clave que influyen directamente en su coste. Entre ellos se encuentran:
- Fletes: El coste del transporte del gas, tanto por mar como por carretera, tiene un impacto notable en el precio final. Aunque el aumento de los fletes en los últimos meses ha sido moderado, cualquier variación significativa en este factor podría alterar el coste de la bombona.
- Tipo de cambio: El valor del euro frente al dólar es otro factor determinante, ya que las transacciones en el mercado energético global se realizan en dólares. Un euro débil puede encarecer el precio de compra del gas.
- Impuestos: A este coste se le añaden los impuestos, como el IVA (21%) y el Impuesto Especial sobre los Hidrocarburos, que suma 1,5 euros por cada kilogramo de gas. Estos impuestos fijos afectan a todos los usuarios por igual, independientemente del precio del gas en el mercado.
Impacto de la guerra en Ucrania
El conflicto en Ucrania ha tenido un efecto directo en el precio de los combustibles a nivel global, y el butano no ha sido la excepción. Para mitigar el impacto en los consumidores, el Gobierno español estableció un límite del 5% en las revisiones bimensuales del precio de la bombona de butano. Este límite asegura que las subidas (o bajadas) no superen ese porcentaje, protegiendo a los consumidores de variaciones extremas.
El precio del butano desde 2022
Desde que se introdujo un nuevo sistema de fijación de precios en 2015, el coste de la bombona de butano ha seguido una tendencia estacional, con subidas en los meses de invierno y bajadas en verano. No obstante, en 2021 esta tendencia cambió, y las revisiones comenzaron a reflejar aumentos constantes, alcanzando un precio récord de 19,55 euros en mayo de 2022.
A partir de ese momento, el precio empezó a bajar lentamente. En julio de 2024, por ejemplo, el precio cayó 0,80 euros, quedando en los actuales 15,34 euros, gracias en parte a la estabilidad en la cotización del butano y al tipo de cambio favorable entre el euro y el dólar. Sin embargo, la incertidumbre sigue presente, y cualquier cambio en el mercado internacional podría romper esta tendencia de bajada.
Qué puede pasar en el futuro
Aunque las predicciones son siempre difíciles de hacer en un contexto tan volátil, algunos analistas prevén que el precio de la bombona podría mantenerse estable en las próximas revisiones, siempre y cuando no haya grandes cambios en la cotización del gas o en las circunstancias geopolíticas. Sin embargo, cualquier nueva escalada del conflicto en Ucrania o fluctuaciones drásticas en los mercados de materias primas podrían generar una nueva subida del precio.
Consejos para gestionar el consumo de butano
Para los consumidores que dependen del butano en su hogar, es importante estar atentos a las revisiones de precio y considerar alternativas en caso de que el coste siga subiendo. Si vives en una zona con inviernos fríos o si tu consumo de gas es elevado, puede ser recomendable evaluar opciones como el gas natural o el propano.
Además, optimizar el uso de los aparatos de calefacción y cocina que funcionan con butano puede ayudar a reducir el gasto energético y mantener el consumo bajo control. Mantener los aparatos en buen estado y asegurarse de que están calibrados para GLP garantizará un rendimiento más eficiente.